Maqueta de unos pulmones

La ozonoterapia ayuda a un empresario vigués a resistir la quimioterapia durante su lucha contra un cáncer de pulmón

“Usted sufre cáncer de pulmón con metástasis en el hígado y en la cadera”. La mañana en la que a Alfonso le anunciaron su enfermedad, hace cinco meses, su vida dio un vuelco, una noticia muy difícil de afrontar para él y los suyos. Los problemas se agravaron al empezar con la quimioterapia. Este empresario vigués, de 54 años, recuerda que se sintió durante nueve días casi muerto. “Perdí varios días de mi memoria, la fatiga era tan grande que pasaba el día entre la cama y el sofá, sufría unos mareos enormes que me hicieron caer hasta tres veces, perdí la sensibilidad de la zona frontal de los muslos”, explica. Todo empezó a cambiar después de su primera visita a la Clínica de Ozonoterapia Claro y ahora se siente con fuerzas y valor para afrontar todo lo que le queda por delante en su lucha contra el tumor.

Era Semana Santa, Alfonso y su mujer disfrutaban de una escapada por los países nórdicos, cuando el empresario vigués comenzó a toser, era una tos familiar para él. “Todos los años, entre alergias y bronquitis, sufro estos episodios, unas veces se soluciona con antihistamínicos, otras con antibióticos, pero al terminar este proceso, me cambió la tos y ésta ya no sonaba como acostumbraba”, relata Alfonso. Sin sentir ningún dolor, pero alarmado, acudió a su neumólogo y tras una placa de tórax encontraron una lesión en el pulmón que debía revisar urgentemente; después de un TAC, llegaron las malas noticias.

“Quien las hace, las paga”, se resigna Alfonso, fumador desde hace más de cuarenta años; cuenta que asumió el diagnóstico con normalidad, pero todos los de su alrededor no supieron digerirlo como él. “Viví el cáncer de pulmón de mi padre, le dieron un mes de vida y él estaba feliz porque se iba a ir al cielo, solo le pesaba dejar a su familia atrás”, confiesa. Así que Alfonso quiso afrontar la enfermedad con dignidad y valentía: “Por verme con un cáncer fastidiado y de un tamaño muy grande no me rendiré, pelearé por salir adelante; si me tengo que morir, me moriré, si me curan perfecto, y si tengo que estar toda la vida con un tratamiento, me fastidiaré, porque es lo que hay”.

Así que empezó la quimioterapia, iban a ser seis ciclos de tres días espaciados uno de otro por 21 días. El primer ciclo del tratamiento fue insoportable, Alfonso pensó que no podría aguantar físicamente el resto del tratamiento así que buscó soluciones. Encontró la ozonoterapia.

La ozonoterapia mejoran la calidad de vida de los enfermos de cáncer. No cura directamente al paciente, pero sirve como apoyo para soportar la dureza de la quimioterapia y podría potenciar sus efectos. El efecto de la ozonoterapia sobre la fatiga tumoral se ha corroborado recientemente en un trabajo desarrollado en Italia (Tirelli, 2018), que describió como 7 de cada 10 pacientes veían reducida su fatiga a menos de la mitad.

Así que Alfonso se plantó en la Clínica de Ozonoterapia Claro de Vigo en la que el doctor José Antonio Marques de Magallanes le explicó de qué manera podría ayudarle el ozono a resistir la quimioterapia y a luchar contra su cáncer. Comenzaron a prepararse para el segundo ciclo de quimio y una vez superado, Alfonso solo se encontró mal dos días. Llegaron el tercer y cuarto ciclo y cada día el empresario vigués se sentía mejor.

Quien más ha notado la mejoría es Eva, su mujer. “Ahora sale todos los días a la calle, va de vez en cuando a la oficina, suele dar paseos, queda con sus amigos para tomar algo… Lleva mucho mejor las recuperaciones de la quimio; de estar agotado a estar fantástico. Los de afuera apreciamos un cambio importante”, señala su esposa. Afortunadamente, y superadas cuatro sesiones de quimioterapia, su oncóloga le ha dicho a Alfonso que su tumor se ha reducido, lo que le ha animado a intensificar todavía más su lucha contra la enfermedad.

Tanto Alfonso como Eva lo tienen claro: “La ozonoterapia debería ser un tratamiento de apoyo complementario y obligatorio para todos los procesos de quimioterapia en los mismos hospitales”. “El ozono me está yendo de cine y si a mí me va de maravilla, supongo que a los demás también”, concluye Alfonso.

Por su parte, el doctor José Antonio Marques de Magallanes, director de la Clínica Claro, añade que durante estos procesos “hay que resistir”. «Es importante estar bien físicamente y recuperar cierta calidad de vida para mantener el ritmo tan exigente de los ciclos de quimioterapia».

 

 

Tirelli U, Cirrito C, Pavanello M, del Pup L, LLeshi A, Berretta M. “Oxygen-Ozone therapy as support and palliative therapy in 50 cancer patients with fatigue. A short report”. European Review for Medical and Pharmacological Sciences, 2018; 22: 8030-33.

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