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La detección precoz y la ozonoterapia, dos pilares en la lucha contra el párkinson

La detección precoz de los síntomas de la enfermedad de Parkinson es clave para frenar el progresivo deterioro del cerebro. Un reciente estudio realizado por científicos del Instituto Weill de Neurociencias de la Universidad de California San Francisco ha establecido que las personas con ritmos circadianos débiles o irregulares son más propensos a padecer esta enfermedad neurodegenerativa. Esta investigación, que analizó 11 años de datos de casi 3.000 hombres mayores que viven independientemente, nos muestra que las alteraciones del sueño pueden ser un signo precoz del párkinson, como lo son otras como el estreñimiento o la pérdida del olfato.

* ¿Qué es el ritmo circadiano? Son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo diario, y que responden, principalmente, a la luz y la oscuridad en el ambiente de un organismo. Dormir por la noche y estar despierto durante el día es un ejemplo de un ritmo circadiano relacionado con la luz.

Actualmente, en la lucha contra el párkinson, tenemos tratamientos que mejoran los síntomas de la enfermedad, todos relacionados con la substitución del neurotransmisor dopamina. Sin embargo, no disponemos de tratamientos capaces de detener el proceso de degeneración de las neuronas que se produce, mucho más allá de los núcleos clásicos (substancia Negra), y mucho antes del diagnóstico de la enfermedad.

Entre los aliados que pelean contra el párkinson también está la ozonoterapia. En los últimos meses hemos observado una regresión progresiva de síntomas en dos pacientes de párkinson tratados con ozono de forma permanente. Ambos mejoraron hasta presentar síntomas mas leves que en el momento del diagnóstico hace 4 y 8 años respectivamente. Curiosamente, uno de ellos refería la recuperación reciente del sentido del olfato, perdido hacia casi 10 años.

Estamos actualmente preparando los casos para publicación en revistas médicas especializadas. Además, planteamos la realización de un ensayo clínico controlado para corroborar la posibilidad inédita de la regresión de esta enfermedad. Si confirmamos nuestro hallazgo, el diagnóstico precoz de la enfermedad de Parkinson será de gran ayuda, ya que conseguiríamos evitar el desarrollo de la enfermedad e incluso la regresión completa en periodos precoces de la misma.

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