Las causas de la mayor parte de las enfermedades es actualmente desconocida, incluso en el caso de las enfermedades con etiología mas evidente como en las infecciones, desconocemos por que afecta a nos y no a otros.
Sin embargo, en casi todas las enfermedades, podemos descubrir células de nuestro cuerpo en sufrimiento. Este sufrimiento celular, independientemente de la causa, está provocada o desemboca en una lesión oxidativa.
Se puede tratar de un grupo pequeño y seleccionado de células, de un órganos, un sistema o afectar al organismo en general.
En cualquier caso, la lesión oxidativa puede tener diferentes grados, desde la afectación aislada de la función de las células, hasta la destrucción de las mismas. A su vez, esta lesión podrá desencadenar diferentes grados de inflamación.
La lesión oxidativa localizada ocurre por ejemplo en la Diabetes tipo 1, donde están afectadas las células Beta del Páncreas (encargadas de la producción de insulina), o Enfermedad e Parkinson donde se afectan las células de la substancia negra del encéfalo (implicadas en el control de los movimientos).
Como ejemplos de lesión oxidativa de órganos se pueden verificar en enfermedades cardiacas, respiratorias o renales como podrían ser la miocardiopatía, la EPOC o la Insuficiencia Renal Crónica.
Una lesión oxidativa sistémica podría ser responsable de situaciones clínicas como la susceptibilidad a infecciones respiratorias de repetición en pacientes con bronquiectasias, la fragilidad de los pacientes ancianos, o las situaciones de decaimiento físico provocadas por situaciones de estrés. De hecho todas estas situaciones responden de forma espectacular a la ozonoterapia.